Antonio Quevedo Susunaga.
El día primero de mayo será en Sinaloa una medición política a la administración del gobierno de Rubén Rocha Moya: es la celebración del Día del Trabajo para conmemorar internacionalmente el movimiento obrero de Chicago de 1889.
En Sinaloa, el gobierno de la Cuarta Transformación ha sido decepcionante porque es una pésima administración estatal que ha estado envuelta en conflictos durante un año cuatro meses, pleitos promovidos desde la administración de un gobernante que se dice de izquierdista y está resultando peor que el gobierno del priista, Antonio Toledo Corro.
El próximo lunes es el momento propicio para que los miles de trabajadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa salgan a expresar su repudio a la violación de la autonomía, a la injerencia del gobierno de exrector Rubén Rocha Moya y de un Congreso Local a modo, que sólo ha servido para actuar por consigna.
A esto hay que agregarle una fiscalía que no sirve, que sólo responde a la consigna que reciben del gobierno estatal, muchas veces violando la ley.
Este agravio que han recibido los universitarios con los que estarán solidarios los padres de familia y gente de la sociedad que no están de acuerdo con la injerencia del gobierno estatal en la vida universitaria, es un hecho que nunca había ocurrido, ni siquiera durante los gobiernos más represivos.
A esto hay que agregar el agravio que recibieron los productores de parte del gobernador Rubén Rocha Moya, cuyos dirigentes le recuerdan que se espere a la Revocación del Mandato, en el dónde expresarán su profunda decepción e inconformidad del sector productivo de Sinaloa.
El sector agrícola de Sinaloa, el más importante de México, se siente agraviado, engañado y ofendido por el desdén con que fueron tratado en la pasada Magna Marcha agrícola para demandar mejores precios de garantía al precio del maíz y el trigo.
El otro problema al que se enfrenta el gobierno de Rocha Moya es que es una administración que no trae recursos para invertir ya que las obras que se están haciendo en la entidad son las promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, son la terminación de la Presa Picachos y la continuidad de la presa Santa María, y en el resto del estado sólo se dedican a tapar los agujeros de las calles y las carreteras, entre otras obras pequeñas.
En este primero de mayo se advierte que los trabajadores inconformes con la administración de Rocha Moya saldrán a manifestar su sentir, a denunciar las agresiones recibidas a través del Congreso del Estado y de otras autoridades que han actuado con parcialidad.
A este marcha de la decepción del primero de mayor, en el caso de los universitarios de la UAS, obviamente que los mueve el espíritu de rebeldía de Eustaquio Buelna, que con el espíritu creador del Benemérito de las Américas, el mejor presidente que ha tenido México, Don Benito Juárez, fundó en 1873 la que ahora es la Universidad Autónoma de Sinaloa, que fue el 5 de mayo, celebrará su 150 años de fundada, primero como Liceo Rosales, según el decreto de uno de los auténticos liberales sinaloense, Eustaquio Buelna.
El primero de mayo, los universitarios saldrán a marchar para denunciar la “traición de que han sido objeto, por parte de uno de sus exrectores, como lo es Rubén Rocha Moya”, que cambió su forma de pensar acerca de la autonomía y está actuando respaldado por su conveniencia política partidista.
Los universitarios, éste primero de mayo, estarán adelantando la celebración del 150 Aniversario de fundada de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que es una de las mejores instituciones educativas del nivel superior en México, en América Latina y en el mundo.
Y con la injerencia burda del Congreso del Estado piensan destruir el gran esfuerzo acumulado por muchas generaciones de universitarios que si quieren y cuidan a la Universidad Autónoma de Sinaloa.