Los nitazenos son mezclados en muchas ocasiones con otras sustancias, es decir, muchos adictos ni siquiera saben que lo están consumiendo.
Sin haber ganado ni de lejos la batalla contra el fentanilo, Estados Unidos y Gran Bretaña prendieron las alertas por el incremento en las muertes derivadas del consumo de una droga que empezó a circular en sus calles desde hace unos cuatro años.
De acuerdo con los informes de las agencias de seguridad estadounidenses, se le conoce como nitazenos, un grupo de opioides analgésicos 500 veces más potente que la heroína, mil veces más que la morfina y hasta 40 veces más que el propio fentanilo, sustancia que mata a unos cien mil de sus ciudadanos cada año.
Su fabricación se realiza con más de 20 compuestos químicos, y aunque este narcótico fue desarrollado en el siglo pasado, específicamente en la década de los 50, es hasta ahora que salió del laboratorio y está siendo distribuido en las calles, mezclado en muchas ocasiones con otras drogas, como la marihuana, la heroína e incluso el fentanilo.
Es decir, muchos adictos ni siquiera saben que lo están consumiendo, lo que eleva el nivel de riesgo de sobredosis.
Estos nitazenos han sido detectados en al menos 200 muertes por sobredosis en Europa y Norteamérica de 2020 a 2023, cuando se registraron dos decesos más en Colorado, estado con 11 muertes relacionadas con esa sustancia.
La agencia antidrogas de EU (DEA), sus similares de Gran Bretaña y la Organización Mundial de la Salud clasifican a los nitazenos como drogas psicoactivas que afectan directamente los procesos mentales de los consumidores, quienes ven alterada la percepción, la cognición, las emociones, el estado de ánimo y, por supuesto, la conciencia.
Su producción, de acuerdo con los reportes, es de bajo costo; más barato aún que el fentanilo. Y aquí en donde los mexicanos deberíamos poner atención, pues las autoridades de EU saben que en México es más barato fabricar drogas sintéticas.
Por ejemplo, una dosis de fentanilo se vende en las calles de Estados Unidos en cerca de 30 dólares, pero su fabricación cuesta alrededor de 10 centavos de dólar en cualquier laboratorio clandestino de nuestro país. No tienen de cierto que desde México se esté enviando parte de esos nitazenos, pero lo sospechan, debido a las complicaciones que han tenido los cárteles para continuar cocinando y traficando fentanilo.
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RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
Fuente: El Heraldo de México